Bálsamos a examen 01

Pues llevo estos días utilizando sólo uno de los bálsamos de mi colección y quiero contaros mi experiencia con él, aunque esta primera entrada va a ser un poco más larguita porque antes hablaremos un poco de los ingredientes que contienen los bálsamos.

Mis labios se resecan con facilidad y después de eso se despellejan, así que he intentado informarme todo lo posible sobre los distintos cacaos y sus ingredientes. He encontrado un buen número de artículos que hablan de los petrolatos y parabenos en los bálsamos labiales y productos de cosmética en general. Algunos se llevan las manos a la cabeza advirtiendo que son productos potencialmente peligrosos, otros aseguran que están testados y súper comprobados y no existe peligro alguno. Yo os dejo la información para que juzguéis por vosotras mismas, aunque es posible que ya la conozcáis.

Los petrolatos

Muchos bálsamos labiales contienen aceites minerales. Aunque su nombre pueda llevar a confusión por el término mineral, estos aceites no tienen nada que ver con nutrientes o sales minerales. Se trata de derivados del petróleo, ampliamente extendidos en la cosmética por lo económicos que son, porque su composición impide que proliferen las bacterias y porque dejan una sensación sedosa sobre la piel.

Utilizados en bálsamos labiales nos puede dar una primera impresión de hidratación y mejora de los labios, ya que crea una película que retiene la pérdida de hidratación y sirve de barrera a las condiciones meteorológicas. Pero esa misma película tapona nuestros poros y “asfixia” a la piel, de manera que la piel de nuestros labios, que no ha podido oxigenarse con normalidad, no puede conservar su equilibrio natural ni regenerarse debidamente. En el momento en que se deja de utilizar el bálsamo los labios empeoran y se agrietan más que antes, creando una especie de adicción a los mismos.

¿De qué ingredientes debemos huir? De aquellos que aparezcan como Mineral oil, petrolatum, Paraffinum, Paraffinum liquidum, patraffin-, silicone auaternium, ceresin, methylsilanol, microcristalina y ozokerit.

Las vaselinas tienen como ingrediente principal varios de estos productos, por lo que su uso para el cuidado de los labios no es muy aconsejable por la dependencia que crea. Por otro lado, hay muchísima gente que lleva utilizándola toda la vida y no ha tenido el menor problema.

Podéis encontrar más información aquí.

Los parabenos

Los son productos químicos utilizados como conservadores en la industria cosmética y farmacéutica por sus propiedades bactericidas y fungicidas. Ampliamente utilizados por su bajo coste y por no ser una importante fuente de alergias. Muchas son las voces que alertan de sus peligros potenciales, y aunque a día de hoy los estudios no han confirmado su toxicología y muestran resultados contradictorios, la controversia y su posible relación con el cáncer siguen en el aire.

Aunque la mayoría de los parabenos que se utilizan en cosmética son de origen químico, hay que tener en cuenta que podemos encontrarlos de manera natural en algunas frutas y especias. De todas maneras la alarma social y el principio de precaución ha llevado a muchas marcas a ir retirando los parabenos de su lista de ingredientes, prefiriendo no arriesgarse a pesar de los resultados poco concluyentes de los estudios sobre ellos. Los encontraremos en la lista de ingredientes de un producto como –paraben, siendo los más habituales methylparaben, ethylparaben, isobutylparaben, propylparaben o butylparaben.

 Podéis encontrar más información aquí 

Por último, quería recordar que los productos que compramos necesitan de algún tipo de bactericida para su correcta conservación, por lo que es normal que en las composiciones de productos naturales encontremos en su lista de ingredientes algún compuesto sospechoso o no tan natural. Lo ideal es que se encuentre hacia el final de la lista, indicando que su proporción es baja en comparación al resto de ingredientes.

Dicho esto, vamos a pasar al bálsamo de esta semana en cuestión. Me voy a limitar a dar mis opiniones y como he visto que actúan sobre mis labios, intentando no prejuzgar a ninguno de los bálsamos por los ingredientes que lleven en su composición.

Bálsamo a examen

Bálsamo: Agatha Ruiz de la Prada, fabricado por perfumerías Gal.

Presentación: tarrito de 15 ml.

Bálsamo labial Agatha Ruiz de la Prada

Ingredientes: petrolatum, ceresin, parfum, paraffin, tocopheril acetate, C.I. 12150, C.I. 60725

Información adicional: no viene en caja, por lo que no pone más que la marca y sus ingredientes. Según la página web, es vaselina presentada en caja, perfumada y con sabor.

Sensación al aplicarlo sobre los labios: ninguna especial, la de la vaselina de toda la vida. No me parece pegajosa ni pesada.

Aspecto de los labios: al aplicarlo quedan hidratados, se disimulan las sequedades o pequeños pellejitos que pueda tener y quedan con un aspecto “húmedo”, sin que llegue a ser de brillo tipo gloss.

Frecuencia de aplicación: para mantener el labio perfectamente hidratado necesito ponérmela de nuevo cada hora aproximadamente.

¿Qué pasa cuando dejo de usarlo? No tengo el labio mejor, pero tampoco peor, que teniendo en cuenta lo “malos” que son sus componentes ya es mucho. Si tenía pellejitos antes de ponérmelo, se ha resecado la zona de alrededor, pero no tanto como cuando no utilizo cacao. Si antes de aplicarlo había exfoliado el labio y lo había dejado en “buenas condiciones” sigue igual cuando el cacao desaparece, y empieza a estropeárseme al cabo de un rato sin él. Utilizado por la noche antes de ir a dormir hace que me despierte con los labios un poco secos, pero no despellejados.

Impresión general: creo que no es una mala opción si lo único que buscamos es proteger los labios de agresiones externas para que no se empeoren, pero para esos momentos en que tenemos los labios destrozados no creo que sea un buen reparador.